Estas portadas que auguran una lectura llena de cosas raritas y guays tienen su punto, sobre todo como cuando lo que hay dentro coincide por completo con lo que se muestra en la portada.

El color del cielo es una novela narrada a dos voces; una es Peter, un habitante de la catástrofica Madrid, en un mundo con un cielo oscuro y donde es casi imposible sobrevivir, ya que o bien mueres por una inundación inesperada, un terremoto enorme, o un granizo del tamaño de un balón de fútbol te golpea la cabeza. El segundo protagonista es Pol, que podria ser un hombre de las cavernas, uno de los pocos que se atreven a salir fuera de las cuevas donde viven, y curiosamente, su cielo luce de un azul espectacular. Estos dos individuos se encontrarán durante sus sueños, en los que se conocerán incluso más de lo que creen.

Me gusta el estilo de Santiago, es claro, conciso, va directo al grano sin pararse en nimiedades la profundidad de los ojos de la prostituta con la que el protagonista se ha cruzado. Pero sobre todo, me ha gustado esa forma en la que es capaz de hacer el mismo un cameo en su propio libro. 

Nos encontramos ante una novela que si no fuese por el nombre del autor, diríamos que es de lo más profundo de los Estados Unidos, aunque la diferencia es grande: si la novela estuviese escrita por un estadounidense, lo más probable es que el desastre sólo ocurriese en Estados Unidos o Nueva York. Santiago se encarga de que cada rincón del mundo reciba su parte del cataclismo.

Sin embargo, considero que el hecho de que España se haya convertido en un desastre natural en potencia, me ha distraído un poco de la lectura, ya que me pasé todo el tiempo preguntándome si mi pueblo estaría sumergido en el mar o habría sido destruido por un terremoto.

A pesar de los dos puntos de vista tan alejados en el tiempo, la jerarquía sigue siendo igual, y con ella, la represión del personaje por alguien que tiene el poder el su comunidad, lo que les crea una necesidad de deshacerse de una sociedad en la que no quiere vivir, mezclando la ciencia ficción con un poco de novela negra.

Los personajes son muy curiosos, empezando por el padre de Peter, un señor tozudo como el sólo y que me ha recordado a los señores mayores de pueblo que son tan vanidosos que siempre están con el "yo" en la boca. Por otro lado, tenemos a Peter y Pol, que a pesar de ser tan diferentes, son completamente iguales y tienen más cosas en común de las que ellos creen y no tardarán en averiguarlo.

El final, inesperado y sorprendente, os dejará con la boca abierta, os lo puedo asegurar.

El color del cielo es una novela muy recomendada para los amantes de los cataclismos, los desastres naturales y la aniquilación de la humanidad, pero también indicada para aquellos a los que os gustan las novelas policíacas en las que el protagonista se enfrenta al secuestro de un ser querido.