#TallerEscrituraBL 4: Sólo puedo regalarte una foto
Esta vez, tratándose de una de mis fotografías la que Leara ha decidido escoger como inspiración para los relatos, he querido contar una historia muy especial, la cual he adornado un poco para que quede mucho más bonita. Espero que os guste.
Sólo puedo regalarte una foto
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— ¡Abuela! ¡Mira lo que he encontrado!
Su abuela dejó de picar los tomates y se secó las manos en su delantal de cuadros blancos y azules. Sus manos, maduras y con las venas marcadas, quedaban grabadas en aquella tela que protegía su falda gris marengo, mientras en su cara surcada de arrugas, cambiaba de forma ante una sonrisa que aparecía.
— ¿A ver? Me parece que ya sé lo que traes.
—Es una caja con fotos abuela. Hay muchas y no conozco a nadie —dijo la niña muy seria, intentando descifrar las caras que aparecían en aquellas fotografías.
— ¿No? Yo creo que sí. Mira esta niña con trenzas y un vestido blanco, es tu madre cuando tenía tu edad —dijo la abuela ante la cara de sorpresa de la pequeña María.
— ¿Esta es mamá? —dijo María cogiendo la foto y mirándola bien.
—Sí. Y estos de aquí —dijo la abuela mientras pasaba las fotos de una en una y encontraba la que quería enseñar a su nieta—, somos tu abuelo y yo en nuestra primera cita.
A María se le iluminó el rostro, le preguntaría en ese mismo momento cómo se conocieron ella y el abuelo, tendría que ser una historia bonita.
—Abuela, ¿me cuentas esa historia?
La abuela sonrió a la niña y soltó en la caja todas las fotos menos en la que aparecían ella y su marido a las puertas de un cine que proyectaba “Bienvenido Mister Marshal”.
— Todo ocurrió un frío día de enero del año 53. Tu abuelo estaba trabajando en el campo, estaba cogiendo naranjas cuando yo llegué nueva a trabajar con ellos. Lo primero que vi en él fueron esos ojos azules como el cielo…
***
Antonio estaba cogiendo naranjas cuando se encontró con una chica nueva que iba al lado del encargado de la cuadrilla. En ese mismo momento le pareció la chica más guapa que había visto, tenía el pelo negro y unos ojos que no sabría decir si eran verdes o marrones. Tenía el pelo recogido bajo un pañuelo, típico en las mujeres cuando iban a trabajar al campo. Temían que se engancharan el pelo en alguna rama y se hiciesen daño.
— ¡Gordillo!
El encargado lo llamaba, seguramente le encasquetaría a la nueva, siempre le tocaban los nuevos.
—María es nueva, ¿por qué no le enseñas como va esto?
—Por supuesto, no hay problema —dijo Antonio con una sonrisa en la cara.
El encargado se fue dejando allí a María sola con Antonio, no eran los más jóvenes del grupo, ni los más dicharacheros, pero eran únicos, no sabían lo que el destino les tenía preparado.
— Buenos días María, ¿alguna vez has trabajado en el campo?
—No, nunca he trabajado.
— Así que, niña de papá ¿no?
—Mis padres murieron, tengo que encargarme de mis seis hermanos.
Antonio calló de inmediato, era común que los jóvenes tuviesen que trabajar para ayudar en casa, pero nunca para mantener a sus hermanos huérfanos.
—Lo siento, no pretendía…
—Tranquilo —dijo María con una sonrisa —No podías saberlo.
Los dos sonrieron, desde ese día, comían juntos y alejados de los demás del grupo, iban juntos a trabajar e intentaban no estar muy separados mientras trabajaban.
Un día, Antonio le propuso a María salir por la noche y ella entusiasmada le dijo que sí, pero todavía no lo había consultado con su hermano.
—Paco por favor, es un chico trabajador, probablemente le conozcas, le llaman Gordillo, el apodo de su padre es Gordo.
— ¿Gordillo? No me suena, y ya sabes que me gustaría conocerlo.
—No sé, no sé. Me gusta, déjame sólo que salga esta noche a dar un paseo. Sólo hoy.
—Está bien, pero como me entere que te hace daño, ese gordo se las va a tener que ver con este flaco.
María reía ante la imagen de su hermano, demasiado delgado para su altura, peleándose con Antonio. Era una imagen un tanto extraña.
Esa tarde, las hermanas de María, estaban más emocionadas que ella misma; le buscaban vestidos, arreglaban los suyos con una aguja oxidada para prestárselos a su hermana, iban a buscar maquillaje a las casas de las vecinas e incluso le pintaron una raya en la parte de atrás de las piernas para que pareciese que llevaba medias. Más que una cita, parecía que la preparaban para una boda.
A las siete de la tarde, ya entrada la noche, Antonio llegó a casa de María, la que corrió a abrir la puerta y salir disparada antes de que su hermano dijese algo.
—Buenas noches. Estás guapísima.
María se ruborizó y sonrió tímidamente.
—Muchas gracias. ¿Dónde vamos a ir?
Antonio quedó pensativo, no tenía mucho dinero y no podía invitarla a algo demasiado caro.
—Iremos a dar un paseo, ¿te apetece?
— ¡Mucho!
Mientras caminaban, María podía mirar hacia arriba y ver un manto de estrella sobre sus cabezas. Él la miraba y sonreía. No hablaron mucho hasta que llegaron a la puerta del cine del pueblo, esa noche proyectaban “Bienvenido Mister Marshal”. María había oído hablar tanto de ella que estaba deseando verla. Cogió a Antonio del brazo en un impulso y con los ojos brillantes le dijo:
— ¡Vamos al cine! ¿Podemos entrar a ver la película?
Antonio estaba en un aprieto, no tenía dinero para pagar las entradas de cine, no para las de un estreno como ese.
En un rápido vistazo, consiguió ver a un fotógrafo en la puerta del cine, así que le dijo a María:
—Verás María, no es que no quiera llevarte al cine, me encantaría, pero no tengo suficiente dinero para pagar las entradas, pero tengo el suficiente como para que nos hagamos una foto para recordar siempre esta noche.
A María le entusiasmó la idea. Antonio pagó al fotógrafo que haría la foto que años después encontraría su nieta de siete años.
***
La pequeña María tenía la cara descansando en las palmas de sus manos. Miraba a su abuela con una sonrisa nostálgica, mientras su abuela miraba hacia arriba con los ojos brillantes.
—Esa noche fue maravillosa.
— ¡Qué bonito abuela! Yo quiero que me pase algo así —dijo la niña, mientras cogía la caja de galletas llena de fotos y daba vueltas sobre sí misma.
Su abuela miraba la foto en la que aparecían ella y su marido frente al cine, mientras su marido estaba todavía en el campo, cultivando sus propias naranjas.
Su abuela miraba la foto en la que aparecían ella y su marido frente al cine, mientras su marido estaba todavía en el campo, cultivando sus propias naranjas.
25 comentarios
Creo que todos están destilando miel hoy, es muy conmovedor!!!
ResponderEliminarHaciendo del abogado del diablo, creo que donde dice "falta" era "falda", fuera de eso, todo lo demás muy bien, saludos!
Pues sí xD Un error de correcto o al teclear, algo de eso habrá sido :)
EliminarLLORO. ¡Qué cosa más bonita! ¿Por qué me da que esto es un hecho real?
ResponderEliminarMe ha parecido muy dulce y me he quedado prendada de la historia. Es de esas historias que te inspiran ternura y te quedas con un buen sabor de boca al final.
Me gusta un montón como escribes *O* Lo único que igual me sobran comas por alguna parte. Lo demás es delicioso.
amuá
Tiene gran parte de real, por ejemplo, la niña de las trenzas y el vestido blanco de la foto del centro, es mi madre :)
EliminarSoy la tonta de las comas, pongo comas en todos sitios xD ¡Muchísimas gracias!
Me gustan estos relatos nostálgicos... Eso sí, las historias de amor no son tan sencillas =P
ResponderEliminarBesos!
Y que lo digas, sobre todo para mí y más todavía si son de una época pasada :s
Eliminarjajajajaja todos queremos tener citas así de románticas ^^ Muy buena escritura!
ResponderEliminarUn relato muy tierno y emotivo. Tocando todos los palos con los géneros que escribes, ¿eh? Eso está muy bien.
Hay que hacer de todo en esta vida. Unos se me darán mejor, otros peor, pero hay que hacer de todo :) ¡Gracias!
Eliminar¡Qué relato más bonito! En si es bien simple pero es tan tierno que es imposible no esbozar una sonrisa.
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra mucho que te guste :)
EliminarLo que no es justo es que lo acabes así, porque a ver qué hago yo ahora con estas lagrimitas. :_)
ResponderEliminarCréeme, es peor si te cuento cómo acaba. Mucho peor :_(
Eliminar¡Me ha gustado! :3 muy sentido.
ResponderEliminarMe seguiré pasando a leer tus relatos.
¡Muchas gracias! Es lo menos que podía salir con esas fotos :)
EliminarHola cielo muy bueno el relato, besos
ResponderEliminarQué mono, reina. Me ha sabido súper nostálgico y sencillo, como las historias de amor antiguas. Mi abuela tiene una historia muy tierna y así, muy de los 50, con mi abuelo, y a veces uno se acaba preguntando si es el amor lo que se ha ido complicando con el tiempo, o la gente. Algunas comas por ahí sobran (a mí me pasa lo mismo, como se sufre), pero me pareció muy cálido. Saludos.
ResponderEliminarHola Edeliaa :)
ResponderEliminarPues mirá que esta muy bien, me ha gustado mucho la verdad.
Algo de inspiracion no?
Saludos
Que bonito!!! super emotivo!!!!! gracias por compartirlo.
ResponderEliminarBesos :*
Pero que historia más tierna... Me ha enamorado :) Si el mundo fuese justo, esa foto debería tener más valor que el oro... Y si María estuviese en el mundo de La Nación del relato de Bella (perdón por el crossover, acabo de leer el relato de la soñadora), sería la mujer más rica del mundo entero.
ResponderEliminarLo único que te diría es que cuidases un pelín las repeticiones (algunos peros muy seguidos...), pero por lo demás no le veo fallo alguno.
Me voy con una sonrisa en la boca ^^
Me ha encantado el relato has conseguido conectar conmigo en apenas pocas palabras algo que muchos libro tremendamente gruesos no logran hacer, asi que te felicito :D
ResponderEliminarA mí me ha faltado...¿emotividad? Ya, ya sé que a todos los demás les ha emocionado, pero a mí realmente poco. No sé, es un trozo de la vida de los abuelos pero sin nada más. O quizá sea yo un insensible, vete a saber xD
ResponderEliminarNo es que sea Insensible, sencillamente, las historias no causan la misma sensación en todo el mundo. Si no, a todos nos emocionaría lo mismo y sería muy aburrido.
Eliminar¡Qué bonito! Me ha gustado mucho, y me ha llegado la historia al corazón:)
ResponderEliminarUn beso!
Me gusto el relato!! Esta muy bien hecho aunque creo que podría ser un poco mas descriptivo, sin embargo esta muy bien!! :)
ResponderEliminarSaludos!!!
Qué nostálgico este trocito de vida ^^
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